La educación profesional se ha entendido como el proceso mediante el cual se transmiten conocimientos. Se promueven valores y se desarrollan actitudes y habilidades. Como resultado de dicho proceso, se espera capacitar a los individuos para el ejercicio eficiente de un rol profesional. Es claro, sin embargo, que para su éxito se deben especificar los conocimientos, valores y habilidades que una vez adquiridos, darán garantía del buen ejercicio del rol. Una vez definido el rango de acción, importará el desarrollo de estrategias que aseguren el logro de aquello que se espera alcanzar.