Como religión, el taoísmo enseña que hay que actuar en contra de la naturaleza, mientras que como filosofia enseña que hay que conformarse a la naturaleza. Existe un sentido estratégico de la vida, inspirado en el cambio y desarrollo espontáneos del universo, y un sentido táctico que consiste en la aplicación del primero a las circunstancias más inmediatas. Aunque esta terminología nos recuerda el arte de la guerra, el arte de vivir se asemeja más a la navegación.